una vez alguien me dijo

Nunca está más obscuro que cuando está a punto de amanecer. Es como la infidelidad: Perdonas y una vez y no lo veras terminar.

lunes, 9 de enero de 2012

Pensando en él... otra vez

Lo conocí en una de esas circunstancias raras de la vida, esas que pueden entrar en la trama de una película SIN PEDO, y cuando lo vi a los ojos pensé que era un chiquillo y me reí de mi misma por tener esos pensamientos voluptuosos (xD) de él.
Ahí estábamos los dos, parados en público uno frente al otro a unos 20 metros de distancia, yo lo miraba, lo revisaba, de arriba a abajo y me relamía los bigotes cual gato en celo... O_o bueno, bueno no así... pero si pensaba en lo guapísimo que era.
Él parecía estar en su mundo, preocupado por sus cosas, como si el aire no lo tocara. Y de pronto todo paso, me miro, giro la cabeza un poco como reconociendo y camino hacia mi; me paralice, me quede literal como pendeja, parecía yo estupida ahí parada. Paso al lado mio, sólo para llegar al otro extremo del cuarto donde lo esperaba alguien más, alguien que ahora seguramente lo tiene en sus brazos.
Por juegos del pequeño mundo en el que vivo, lo volví a encontrar; esta vez las cosas fueron distintas, él noto mi presencia, me llamo, hablo conmigo, intento conocerme, se acerco a mi... mucho más de lo que debió haberlo hecho. Yo debería saberlo ya, al parecer necesito entender que si existen patrones de conducta, que no todo es tan particular y diferente en las personas como lo he creído; las teorías de personalidad por algo existen cierto? Ah! Pero no! Tenía que darle vueltas a la situación, volverme a decir "Hey, tranquila, inténtalo igual y funciona, igual y le estas diciendo adiós al amor de tu vida"... BRAVO IDIOTA SOLO GANASTE UNA CAÍDA MÁS!
A fin de cuenta que seria la vida sin estos sinsabores. Ja y me quejo de tener una vida sin drama :/ quizá lo que necesito es conocer a alguien que le de esa chispa, pero cómo? Cómo demonios sabes quién merece la pena y quién es mejor de lejos, osh, la gente debería tener etiquetas en la espalda.
Como siempre todo queda en una despedida, una explicación innecesaria y una noche de insomnio para meditar lo que paso, como si en realidad se aprendiera de los errores.

Cambio y fuera caramelo